lunes, 18 de julio de 2011

Copa de Greda

Una vez más el fútbol se tomó la agenda pública. Los cambios de gabinete y la continuidad del movimiento estudiantil quedaron en pausa, a la espera de un resultado positivo de la selección. Una vez más pasamos de la ilusión desmedida, a la completa desolación producto de la derrota. Reconozcámoslo: somos absolutamente bipolares para vivir el fútbol.

El partido del domingo me pilló en Pomaire. Entre cacharros de greda y empanadas de pino gigantes, viví el encuentro que, por desgracia, nos dejaría fuera de la Copa América. El ambiente previo, era de confianza total. En la estrecha calle que transforma este sitio en un punto turístico, la oferta para almorzar es abrumadora. Escogí un boliche, pintoresco como todos, y me instalé. El local estaba lleno de brasileños atentos al televisor, que sufrían y gritaban desconsolados. Como buenos chilenos, pícaros y bromistas, festejamos los goles paraguayos como nuestros, con la intención básica de irritar a los compatriotas de Pelé. Una burla que ante los molestos ojos de los "paulistas" cercanos a mi mesa, sería presagio de nuestro propio drama.

El resultado nos dejó más aliviados: Brasil fuera del campeonato, nada menos que nuestra bestia negra. El título se veía más cercano que nunca, la suerte por fin estaba de nuestro lado y no quedaba nada más que prepararnos para disfrutar del triunfo, aunque nadie se imaginaba que por creernos grandes, viviríamos al igual que Brasil y Argentina nuestro propio calvario.

El himno se escuchó al unísono en todo Pomaire, un patriotismo que dejó con la boca abierta a los cientos de brasileños. A estas alturas, sin duda, los chilenos somos los más ruidosos de toda América, al menos ese título lo hemos conquistado; de chilenitos tímidos pasamos a chilenos intensos. La transmisión televisiva aprovechaba de fundir las caras de los emocionados cantantes de la galería, con la inmensa bandera chilena puesta sobre el Estadio Bicentenario de San Juan. A las 18.24 horas sonó el pitazo inicial. Sólo pensábamos en el triunfo. En Argentina, en todo Chile, incluso en Pomaire nos preparábamos para celebrar.

Luego del primer gol de Venezuela, a mi alrededor, la gente, empanada en mano, pedía a gritos que ingresara Valdivia, que sacaran a Jiménez, que soltaran a Sánchez, que despertara Suazo, que volviera Bielsa y que ocurriera un milagro. Pero como ya sabemos, no pasó.


Borghi masticaba un chicle eterno, mientras los rivales hacían todo lo posible por alargar el encuentro que ganaban con soltura. Los ánimos bajaban naturalmente y este chileno “fanático entusiasta” se convertía ante mis ojos en un “fanático depresivo”. Alegatos que rezaban “lo de Sudáfrica fue un sueño, estamos despertando”, “volvimos a lo de siempre: jugar bien y perder igual”, “ese arquero #@@%& tiene un imán en las manoooos!!” y me sumé al “convoquen a Johnny Herrera”, entre muchos gritos desesperados llenos de instrucciones, de esta suerte de director técnico que vive al interior de todos.

El resultado tiró por la borda todos los planes de fiesta de esta semana. Los cientos de asados para esperar la semifinal, las apuestas, las promesas, todo se esfumó ante la paradojal vino tinto.

A esta hora ya deben ser muchos los chilenos que están de vuelta luego de la odisea para llegar a Argentina. Un retorno amargo que derrumbó en 90 minutos la ilusión de todo un país.

Otros, como yo, volvíamos del cercano Pomaire, con un chanchito de greda que, extrañamente, ahora lucía ojos tristes, y hasta me parecía más pequeño que cuando lo había comprado un par de horas antes. Inevitablemente el partido nos echó a perder el día, la semana, el mes y hasta la ilusión de por fin este año ganar de verdad un título con la selección.

Para mi sorpresa, en el peaje de ingreso a la capital, el chico que atendía me entrega el vuelto y me dice “habrá que esperar al mundial Brasil 2014, ahí si pueeeees!” Bueno, la esperanza me conmueve, finalmente vivimos de ella y no sólo en el fútbol. Aquí vamos de nuevo… pensando ahora en las eliminatorias y como siempre llenos de esperanza.

7 comentarios:

Cesar dijo...

Rayen: Ayer mi polola me miraba, me trataba de alentar, me sonreía, me hacia cariño, me, me y me. Me gustaría leer tus sensaciones respecto al porque buscamos en el fútbol todo lo que en varios otros deportes si hemos logrado: Ser grandes! El fútbol fue, es y al parecer, será una utopía para nosotros.
No se si mas critico es la palabra. Es buscar otra arista. Lo que dijo el tipo del peaje enmaraña una sensacion que es universal por estos lares: Amamos y puteamos a rabiar a todos los futbolistas, pese a que solo nos respalda nuestro sueño de lograr algo!!
Abrazos y saludos pa usté!

Anónimo dijo...

Me encanta como escribes aunque por primera vez me tope con tu blog, ya que te sigo en twitter y ahi super. Toda la razón lo único positivo que tenemos (los Chilenos) es la esperanza, que nunca la perderemos en que todo mejorará.

Exito en todo lei que te fuiste de Mega parece? que yo no veo TV, ojala que todo lo emprendas sea con el mismo éxito de siempre chau chau!
@silvirukia

el @gato_veliz dijo...

Borghi debe darse cuenta que No solo de Colo-Colo salen jugadores buenos; Tal como tu dices, Herrera tambien podria haber sido un buen elemento en esta copa. Ahora a esperar 60 Dias para vivir nuevamente 90 minutos de Emocion y Angustia. Vamos a Brasil 2014!!!. Besos para ti.

Oscar Petit-Laurent dijo...

El futbol es así, aveces pasa lo mas inesperado. Borghi debe tener en cuenta que darle oportunidad a otros jugadores que hace rato se la merecen, puede darle mejor resultado y mas variables al equipo.
Buen blog, gran idea Rayen, hoy en día no son muchos los periodistas que se dan el tiempo de escribir en blogs(o por lo menos que yo sepa).
Saludos

luischile22 dijo...

yo pienso que ya basta de apoyar a un deporte en que somos malos que lo unico que los hace pasar en pena y rabia deberiamos enfocarnos en fomentar y apoyar otros deportes como el boxeo o otros en que hay posibilidades de conseguir cosas con el poyo debido y dejar de criticar y pasar rabias demas

Aníbal dijo...

Yo soy futbolero y me siento muy identificado con esa imagen de hincha extremo, en la que se puede pasar fácilmente de la euforia, de ver los goles del partido anterior cada vez que aparezcan en la TV (matinales, noticiarios, programas dedicados a la competencia, etc) a uno que pasa a odiar la selección, y empiezan rápidamente los "por qué no se hizo esto", "por qué no entró tal jugador", "por qué nos ilusionamos tanto", del típico, "jugamos como nunca y perdimos como siempre", sin embargo, creo que ya estamos acostumbrados a hacernos expectativas altísimas sin pensar que en muchas ocasiones han sido rotundos fracasos... como "el penal de Caszely" o más reciente aún, el "Puertordazo".

Creo que estas cosas pasan principalmente porque somos un país que está en permanente conflicto, es cosa de ver en las noticias y nos enteramos de: tragedias santiaguinas (como la del metro hace poco), sismos que en cualquier otra parte del mundo son terremotos, nevazones, inundaciones, protestas, problemas políticos, entre otros. El fútbol es una de las pocas cosas que genera energías positivas en la gente, cuando ganamos obviamente (otras que logran lo mismo son la Teletón, fiestas de fin de año y el 18), nunca hemos sido buenos para la pelota, pero apoyamos a la selección como si fuéramos los mejores del mundo, y esto pasa yo creo porque en general, los chilenos somos fomes, nos falta alegría, algo con qué disfrutar y mantenernos más unidos quizás, damos más énfasis a las cosas malas que suceden y no a cosas que son positivas, lo tenemos arraigado por generaciones, quizás cuando ganemos algo nuestra mentalidad cambie, ¿aunque sería raro no?. De momento, este bálsamo nos sirve para olvidar todos los problemas, fue lindo mientras duró y ahora sólo podemos decir "vamos a por Brasil 2014",

Por cierto, me gusta la idea de tu blog, son pocos los periodistas que tienen esa iniciativa y una opinión más informal del día a día lo hace también más entretenido. Mucho éxito, hiciste un excelente trabajo en Mega y sé que pronto te veremos en TV nuevamente. Saludos!

Guillermo Rivera Reyes dijo...

Como dijo Bielsa, hay que alentar con mas fuerza si vamos perdiendo, de eso se trata la vida, las eternas analogias del futbol y la vida son fantasticas, yo un pichangero a morir siempre tengo al futbol como mi referente de vida, por la posición donde juegan es como son en la vida real, un 6 nunca sera igual a un 10, un 9 jamas sera como un 3!